miércoles, 20 de abril de 2011

Por sus frutos os conocerán…



Mucho se habla de chanterío en los temas relacionados con el espíritu y ¿acaso no lo hay en todas las profesiones? Todos conocemos a algún abogadillo dedicado a trabajar fuera de la ley o a un médico que falta al juramento hipocrático, a comerciantes con sus trampas del oficio y ni hablar de algunos sacerdotes que olvidan sus votos de obediencia, castidad o pobreza…

Creo que lo hemos conversado en más de alguna oportunidad a través de este blog: Solo atraemos lo que llevamos dentro y por afinidad o sintonía jamás podremos atraer algo que no esté vibrando como nosotros. Si en nuestras vidas reina la verdad y la transparencia difícilmente atraeremos hacia nosotros a seres poco veraces excepto para aprender a discernir entre lo real y lo confuso. Y eso no es algo tan difícil, solo hay que mantener el corazón en su máximo nivel de apertura para sentir los latidos vibrantes de esos otros corazones que se cruzan a nuestras vidas como maestros ya sea para bien o para nuestro crecimiento.

De pronto me sorprendo viendo actitudes bien poco santas en mis colegas, así como supongo que ellos las ven en mi. Todo es una cuestión de apreciación y entiendo que solo puedo sintonizar con las energías que me son conocidas así que por lo tanto asumo que lo que aprecio en los demás como no santo, es una parte de mi que no actúa en conformidad con las leyes de la espiritualidad y la proyecto en otros.

Cada cual es este aprendizaje de la dualidad se sueña de una determinada manera y eso nos mantiene ciegos para ver nuestros fallos y viene otro ser y nos hace el tremendo favor de espejarnos… ¡y vaya que nos espanta vernos en el otro...!  Rechazamos esa imagen, la alejamos de nosotros, criticamos a ese ser que nos retrata y hasta podemos llegar a desprestigiarlo por vivir en la total inconsciencia…
Ser conscientes es siempre buscar en los demás esa parte que vibra en sintonía conmigo… porque todo lo que llega o está en mi vida es por afinidad vibratoria… y cuando algo se aleja, ya sea porque nosotros le damos la espalda o porque simplemente se va, es porque ha dejado de vibrar en armonía conmigo.

Podemos elegir las vibraciones que queremos en nuestras vidas y yo desde hace mucho tiempo que selecciono las energías que dejo entrar en mi campo y lo tomo como una opción de vida. A muchos les extraña. A otros les molesta y la mayoría no lo comprende, pero también he dejado atrás la importancia que le daba a que los demás opinen de mi. Es mi vida y solo yo puedo decidir como la vivo.

En estos tiempos hay gurúes y maestros de todo tipo, color, forma, tamaño y vibración… De pronto te preguntas ¿Cómo este o este otro gurú puede tener seguidores? Y la respuesta es que cada cual atraerá a los que vibren a tono con ellos. Una persona de elevada vibración jamás elegirá un maestro de vibración más baja a la de ella y puede que las personas de bajo tono vibratorio encuentren a alguien de mayor nivel de conciencia un loco desquiciado simplemente porque no alcanza a comprender la magnitud de su enseñanza ya que sus canales de percepción aún no se abren para las vibraciones superiores. Así como al Gran Maestro Jesús, a quien lo traicionaron sus propios amigos porque les faltó desarrollo de la conciencia… y así les pasa a muchos que mueren como villanos para ser recordados después como mártires..

Y no debemos intervenir en el libre albedrío de las personas… Cada cual está en libertad de elegir a su maestro y tiene todo el derecho a equivocarse no una, sino cientos de veces… Yo me equivoqué varias veces idealizando personas que tenían un muy buen discurso, pero a la hora de volver acción esas palabras solo quedaba flotando en el aire la inconsistencia… Así como descalifiqué a otros maestros para darme cuenta más tarde de que si me estaban enseñando y no supe comprenderlo en su momento…

Y recuerdo una frase que me siempre repetía mi abuela: no te dejes llevar por las palabras, mira las acciones de las personas porque es por sus frutos que se conoce al árbol  y así no más ha sido… Son las acciones las que enseñan por si mismas. Un buen maestro no predica… solo medita y luego practica.

… y una vez más viene a mi mente el Maestro Jesús con su frase: Por sus frutos os conocerán…

Me® 

 Si reenvias este texto, respeta el trabajo de la autora, no elimines ni cambies su nombre ni el texto. Cita la fuente correctamente. Se consciente de tu ética espiritual.

No hay comentarios:

Déjanos tu huella...