jueves, 8 de abril de 2010

Historia del Arte


Un buen día la alcaldía le encargó un gran caballo para una plaza de la ciudad. Un camión trajo al taller el bloque gigante de granito. El escultor empezó a trabajarlo, subió a una escalera, a golpes de martillo y cincel. Los niños lo miraban hacer.

Entonces los niños partieron de vacaciones, rumbo a las montañas o el mar. Cuando regresaron, el escultor les mostró el caballo terminado. Y uno de los niños, con ojos muy abiertos, le preguntó:

- "Pero... ¿cómo sabías que adentro de aquella piedra había un caballo?"

Eduardo Galeano

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