sábado, 29 de agosto de 2009

La Alegría y la Tristeza



Entonces, dijo una mujer: "Háblanos de la Alegría y la Tristeza"
Y él respondió: 
nuestra alegría es nuestra tristeza sin máscara.
Y el mismo pozo del que mana nuestra risa, ha estado con frecuencia lleno de nuestras lágrimas.Y ¿cómo podría ser de otra manera? 
Cuanto más profundo ahonde el pesar en nuestro corazón, más alegría podrá contener.
¿No es la copa que guarda nuestro vino la misma copa que estuvo fundiéndose en el horno del alfarero? Y el laúd que serena nuestro espíritu ¿no es la misma madera que fue tallada con cuchillos?.

Cuando temblamos de alegría, miremos en lo hondo de nuestro corazón y comprobaremos entonces que sólo aquello que nos produjo dolor y tristeza también nos dio alegría .

Cuando se tiembla de tristeza, debemos mirar de nuevo en nuestro corazón, y comprobaremos que estemos llorando por lo que antes fue nuestra alegría. Algunos de nosotros decimos: "La alegría es superior a la tristeza", y otros: "No, la tristeza es superior."Pero yo os digo que ambas son inseparables.
 Juntas llegan, y cuando una se sienta a nuestro lado en la mesa, la otra espera durmiendo en nuestra cama. En verdad, estamos suspensos, como fiel de balanza, entre nuestra alegría y nuestra tristeza, sólo cuando estamos vacíos nos sentimos quietos y equilibrados.

Cuando el guardián del tesoro nos llame para pesar su oro y su plata, nuestra alegría o nuestra tristeza harán oscilar a un lado o a otro el fiel de la balanza.”


Khalil Gibrán.

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